domingo, 7 de agosto de 2011

Un vuelco de tuerca al pensamiento de Foucault

Preciado menciona en una conferencia sobre las intervenciones que Teresa de Lauretis, Donna Haraway y Judith Butler hicieron en el pensamiento de Foucault para introducir la noción de género. 

Foucault habla de la historia de la sexualidad, de los dispositivos a través de los que se produce la verdad del sexo, a través de los que las instituciones jurídicas y políticas acaban  produciendo destilados que se convierten en ficciones de identidad.

Nunca se le ocurre utilizar la noción del genero y además entre los distintos dispositivos de la sexualidad que el analiza, realmente el lugar que ocupan las mujeres, lo femenino para el siempre está bastante reducido a  cuestiones que tienen que ver con la maternidad y la histeria y en ese sentido Foucault hace una lectura extremadamente clásica del lugar que las mujeres ocupan en el espacio público y lo que va a ocurrir es que en los años 80a estas feministas lo que van a hacer es forzar el pensamiento de Foucault a integrar la noción de género dentro de su planteamiento. Y eso va a producir una serie de cambios teóricos extraordinarios que van a dar lugar a:

1. Por una parte todo el pensamiento biotecnológico, las lecturas biotecnológicas de Donna Haraway y a esa figura que tiene que ver con la deconstrucción de lo masculino y lo femenino, lo animal y lo humano, lo orgánico y lo inorgánico, que es el cyborg y que supongo ya habeis oído hablar bastantes historias sobre el cyborg.

2.   La introducción de esa noción de género va a da lugar también al pensamiento de Teresa de Lauretis que va a comenzar a hablar del cine como una tecnología de género, lo que es algo absolutamente extraordinario, Teresa de Lauretis leyendo a Foucault va a comenzar a decir: "bueno Foucault  tenía razón, todas las instituciones jurídicas, políticas, médicas, operan como grandes máquinas abstractas que producen verdades de sexo", pero le habían pasado por alto a Foucault un conjunto de nuevas instituciones, que son  instituciones lábiles instituciones mucho más maleables más líquidas y que tienen que ver con la producción audiovisual,  y lo que hace Teresa de Lauretis de manera absolutamente brillante es, pensar el cine como una gran máquina de producción de ficciones de género y en este sentido bueno, finalmente lo menos importante en el cine es lo que se da a ver, lo más importante son las posiciones visuales y de espectador que se generan. (el conjunto de vectores críticos que se están abriendo que van a permitir leer de otro modo la imagen cinematográfica, leer de otro modo la imagen artística.)

3.  También en este ámbito esta Judith Butler, de manera más creativa lo que va a hacer es interpretar el género como una performance, pero no como una performance en el sentido teatral es decir más banal que lo entendemos habitualmente, como si fuera una especie de caricatura, de disfraz o de teatro, sino como una serie de procesos rituales performativos en el sentido de realizativos, es decir una serie de procesos que no describen nada, sino que producen las realidades que dicen describir.  Es decir que,…(si quereís el eje de la crítica de Butler precisamente tiene que ver con eso que estaba sucediendo con la palabra queer )que no es más que un ejemplo de los procesos de reapropiación y de producción de subjetividad que tiene el lenguaje,  lo que va a decir Butler es que las palabras o los enunciados de género como por ejemplo “es una niño” o “es una niña” pero igualmente “es marica””, “es heterosexual”, no tienen ningún contenido descriptivo, no tienen realidad, no describen nada, sino que son enunciados performativos es decir realizativos, que producen la realidad que dicen describir. 

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